http://cx6dak.blogspot.com/: Veamos el fútbol en la cancha y no en la televisión

Veamos el fútbol en la cancha y no en la televisión

¿El fútbol es un negocio,? seguramente lo es, pero solo para unas pocas personas, como, jugadores transferidos y personas, que interceden favoreciéndose de esas ocasiones, fortaleciendo aun mas, deportiva y socialmente, a las poderosas instituciones europeas, ese gran público consumidor, de este sistema y algunas pocas instituciones latinoamericanas, muy bien constituidas y respaldadas por un gran apoyo popular y mediático, prosperando así, a expensas de un sin número de instituciones sociales muy humildes de pocos recursos económicos, por cierto, gestionadas por personas que componen comisiones con un gran espíritu individual y social, apoyados solo por pequeñas y endebles masas de clases medias y en menor medida clases bajas y medias empobrecidas, el futbol debería de ser para las mayorías, pero sin embargo, esas mayorías lo ven por televisión y de ahí se justifica el periodismo deportivo, ahora bien esa gran mayoría de pequeñas instituciones sobreviven año tras año de milagro, otras con setenta u ochenta años de trayectoria sucumben en deudas económicas y en ocasiones patrimoniales, hay que revertir esas tendencias , pero con iniciativas muy inteligentes, como la de tratar de aumentar su masa social, creando ámbitos como:

Mejorar el espectáculo en sí.

La seguridad del hincha, que es muy importante

Ser buen anfitrión por sobre todas las cosas.

El espectáculo en sí, es obvio, que ganar la mayoría de los partidos es muy importante, pero cuando no es así, demostrar profesionalismo, antes, durante y después del partido y no soberbia, ante un resultado adverso el hincha queda conforme si hubo entrega, por ejemplo, que se jugó mejor que el partido anterior, que se trabaja bien formativas, con técnicos que hacen jugar en equipo y con alegría y no con obligación, mostrándole al hincha contribuyente que hay valor agregado, a modo de ejemplo: el plomero me arregla la canilla, pero me cobra caro, peor sería que me cobre barato y la canilla quede goteando.

La seguridad del hincha es muy importante y garantizar el espectáculo con conductas civiles apropiadas, controles policiales, impuesto por el estado, en definitiva esa es su función, ayudado con el compromiso social de las instituciones de mantener alejados de los espectáculos no solo a individuos conflictivos sino además mejorar las conductas colectivas de sus respectivas parcialidades, como seguramente se hace en sociedades mas avanzadas.

Ser buenos anfitriones por sobre todas las cosas, el rol tan importante de las barras bravas de sostener la presión durante el partido, porque no es cierto, que el partido lo ganan los jugadores en la cancha solos, las parcialidades son parte del espectáculo, en todas las canchas chicas y grandes la presión del público, tiene incidencias, tanto en el aliento parcial, como la desacreditación rival y las decisiones arbitrales también, es obvio que eso no es general y también relativo pero, es justo admitirlo, eso solo en los minutos de la competencia y los quince minutos reglamentarios del descanso pero no justifica, ni antes ni después del partido.

Mi idea es acercar al público a las canchas, alejándolos de la televisión, para que disfruten las competencias no solo como locales, sino además como visitantes, sabiendo que serás bien recibido cuando visites porque fuiste buen anfitrión y no hostil, eso será reciproco seguramente.

Paguemos la entrada con orgullo, no lamentemos porque nos va mal en el futbol después. Me cuesta creer como uruguayo que haya hinchas en Uruguay de Barcelona, Real Madrid, River o Boca, impensable que en España y Argentina hayan parcialidades de Nacional o de Peñarol, pero no me extraña que el periodismo deportivo, junto a los medios de comunicación aliente eso, después de todo, ese es su trabajo, que por supuesto no lo hacen muy bien, no es justo hablar mal de los demás, pero todos sabemos que no son imparciales ni objetivos, todo lo contrario, su cometido es entretener al individuo aficionado al futbol , pero en frente del televisor, manteniendo así, a las colectividades futboleras alejadas de las canchas.

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